La Zapatera Prodigiosa de Federico García Lorca



Lectura del Prólogo a "La Zapatera Prodigiosa":

Primeras ideas lorquianas sobre el teatro
















































"Respetable público...(Pausa.) No, respetable público no; público solamente; y no es que el autor no considere al público respetable (todo lo contrario), sino que detrás de esta palabra hay como un delicado temblor de miedo y una especie de súplica para que el auditorio sea generoso con la mímica de los actores y el artificio del ingenio. El poeta no pide benevolencia sino atención, una vez que ha saltado hace mucho tiempo la barra espinosa de miedo que los autores tienen a la sala.." 

Así comienza la carta que es leída por el Autor en el prólogo que da inicio a la obra de La Zapatera Prodigiosa, estrenada en 1930 en Madrid. En primer lugar, Lorca nos presenta dos elementos básicos para toda buena representación: actores talentosos y trama con efectos exquisitos, es decir, los de un excelente autor. Y todavía un tercer elemento: el público, quien es involucrado en la pieza teatral desde el momento en que forma parte de la sala y debe tomar una actitud   que asegure el marco y la atmósfera mágica de toda actuación. Lorca expone así su idea del teatro como simbiosis de actores-trama-público.  

[Artículo completo en www.academia.edu]

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Ponencia leída en el Coloquio en Homenaje a Federico García Lorca, Pontificia Universidad Católica del Perú. (Lima, junio 1998).
Foto: Ofelia Huamanchumo / Christian Estrada / Josemari Recalde / Prof. Ana María Gazzolo / Prof. Jorge Wiesse (En el Auditorio de Humanidades PUCP)